El artista y diseñador italiano Bruno Munari
(Milán, 1907-1998), explicaba:
- Levaba cierto tiempo pensando en la
flexibilidad como componente formal de los objetos. Entonces un día, visité una
fábrica de géneros de punto para ver si podían ayudarme a fabricar una lámpara. - Me contestaron que ellos no hacían lámparas.
Munari tomó una especie de media de nailon elástico y espació
aros metálicos de distintos tamaños horizontalmente para dar a la lámpara un
ritmo vertical atractivo.
De
esa fábrica salieron las lámparas Falkland en 1964, unas lámparas cilíndricas de
nylon, inspiradas en las del papel de arroz de Japón, con anillos y plegables,
que se podían guardar en una caja como las de las pizzas y al abrirlas se
estiraban casi 2 metros.
Actualmente,
la lámpara Falkland se sigue produciendo en Milán de la mano de Danese Milano.
Fabricada con la misma malla elástica de nailon y comercializada en tres
tamaños distintos: 165, 85 y 53 centímetros.
Fieles
al diseño de Munari, Danese Milano creó y fabricó la versión Falkland Terra, una
lámpara de pie que conserva las mismas líneas que las de suspensión.
Este
genial artista italiano, además de contribuir con valiosos fundamentos de las
artes visuales y no visuales, dejó su imprenta en todas las materias allá donde
el arte pueda aportar algo.
Con
su sencilla estructura y refinamiento formal, la lámpara Falkland es una
constatación de la creencia de Munari de que: <<El progreso no significa complicar, sino simplificar>>
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