La
profundidad con que este arquitecto catalán ha profundizado desde la teoría y
desde su oficio: rehabilitación de edificios y centros históricos le reportó el
encargo de uno de los proyectos por los que es más conocido: la reconstrucción
del Gran Teatre del Liceu de Barcelona.
Fue
el elegido para ocupar el puesto de director del proyecto de ampliación del
Gran Teatre del Liceu de Barcelona y, tras el incendio del 31 de enero de 1994,
de su reconstrucción, que finalizó el 7 de octubre de 1999. Colaboraron con él
Xavier Fabré, Lluís Dilmé y Eulàlia Serra, y la Generalitat reconoció la labor
de los tres primeros otorgándoles el Premio Nacional de la Generalitat en la
categoría de Patrimonio.
Con
la reconstrucción se reincorporó a la ciudad el Liceo de siempre en un nuevo
organismo más complejo, mejor dotado, más seguro, capaz de cumplir todas las
exigencias como equipamiento cultural. El proyecto incluyó el diseño del
mobiliario y los acabados, desde un lenguaje actual que tuvo en cuenta el lugar
y el contexto para el que estaban destinados.
Creada ex profeso por los tres arquitectos y editada
por Santa & Cole, la lámpara de suspensión Liceo, de malla metálica y
manufactura artesanal, es una gran luminaria central con un espíritu totalmente
innovador. Una vistosa flor de fuego, de dramático efecto luminoso que viste de
gala los ambientes más espaciosos.
Pueden verse estas lámparas Liceo en el
vestíbulo, el acceso desde la calle de Sant Pau y en la sala de servicios de
entrada de este teatro.
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