El cemento es un material extensivamente utilizado en
arquitectura. Lo que no es tan habitual es encontrarlo como material principal
de una lámpara colgante y esto es, precisamente, lo que propusieron Paolo Lucidi y Luca Pevere para la firma italiana de iluminación Foscarini.
Utilizar un material tosco y pasado como el cemento ha
supuesto un alarde tecnológico y de diseño importante, de ahí que la lámpara
tome su nombre de uno de los principales atributos que se nos pasan por la
cabeza cuando pensamos en cemento: aplomo (Aplomb).
Uno de los principales retos en su desarrollo fue elegir la
tipología adecuada de cemento dentro de sus múltiples variantes. Era necesario
encontrar una masa suficientemente líquida como para poder ser vertida en un
fino molde, pero que proporcionara la consistencia y resistencia al calor
adecuada.
El resultado fue una lámpara elegante y compacta, de textura
agradable y muy versátil. Aplomb de Foscarini nos permite jugar con
patrones de repetición a diferentes alturas o como elemento único de
iluminación. Además podremos encontrarla en marrón, gris y blanco, gracias a
una pigmentación añadida directamente a la mezcla del cemento, y en su versión
como lámpara de pie.
Aplomb proyecta
un patrón de iluminación intenso y directivo, aunque no llega a deslumbrar
gracias a que se encuentra totalmente apantallada dentro de la superficie de
cemento.
La lámpara colgante Aplomb
de Foscarini sorprende con su
elegancia y sobriedad, constituyendo todo un alarde de diseño e innovación en
términos de iluminación.
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