Hace
pocos años las bombillas de
incandescencia ocupaban el primer lugar dentro del mercado de iluminación. Así mismo existían otros tipos de fuente lumínica como las bombillas de
sodio, los tubos fluorescentes y luces de neón con poca presencia en el mercado
excepto en el sector industrial.
Estas
fuentes lumínicas funcionan gracias a un filamento que actúa como resistencia
ante el paso de los electrones, calentando dicho filamento para así emitir luz.
El consumo y calor desprendido por estas
bombillas suponía sin duda una desventaja y una pérdida considerable de rendimiento lumínico.
Con
el paso de los años, la tecnología ha evolucionado para dar solución a los
problemas que presentaban esas luminarias
antiguas y obsoletas y sin duda ha supuesto un cambio radical en el mercado
lumínico, hablamos de los diodos LED
o luminaria LED. Esta tecnología está
cada vez más al alcance de todos debido a la reducción de su coste desde sus
inicios.
La
palabra LED proviene del inglés Light Emitting Diode, su traducción
es Diodo Emisor de Luz. Estos funcionan
emitiendo fotones de luz mediante un mecanismo físico denominado electroluminiscencia.
Así pues las luminarias led representan
un gran avance tecnológico que
mejora la eficiencia lumínica,
reduce la emisión de calor sí como el consumo eléctrico.
Las
principales ventajas que presenta la
tecnología LED son:
- Bajo consumo: las bombillas led tienen un menor consumo que las bombillas
convencionales.
- Mayor eficiencia: el 80% de energía que consume un led se transforma en luz sin
embargo las bombillas tradicionales solo transfo rman en luz un 20%.
- Mayor vida útil: el tiempo de duración de una bombilla led es mayor que el de las
bombillas tradicionales. Un led vive unas 50 veces más que las bombillas
tradicionales.
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